Todo empieza un día... en el que no sabes ni como ni porque pero te empieza a hablar de cosas absurdas, pidiéndote los deberes. No encuentras una explicación solo le das vueltas a la cabeza y sigues preguntándote porqué el niñato de clase te dice eso. Cada día que pasa te saca un tema distinto hasta que las cosas van llegando a más. Cuando ya se ha cogido confianza empiezas a sentir un cosquilleo cada vez que lo ves entrar en clase, cuando te guiña el ojo o simplemente cuando te pide un simple estuche de colores. Cuando menos te lo esperas te dice que le encantas, que tienes algo que llama la atención. En los últimos días solo estaba pendiente de el y pensando algo para acercarme más. Una tarde por tuenti le pedí que me pintara un dibujo para tenerlo de recuerdo. Por muy pequeño que fuera el dibujo para mí significo mucho. Ese pequeño dibujo tenía un pequeño significado escondido. De pronto te empiezas a enamorar con pequeñas cosas insignificantes, te dice que por ti huera cambiado varios errores en su vida. A partir de ahí ya no hay más palabras solo un hola y un adiós. Llega el día de tu cumpleaños y vas con la ilusión de que te felicite, solo te felicita en clase como un amigo más pero tú lo ves diferente y piensas en lo que pudo ser y no fue. Ya se acabó todo. Llega fin de curso y cuando crees que ya lo has olvidado te llama con su sonrisa para decirte que recogieras sus notas y te das cuenta de que algo en ti te dice que no lo has olvidado. Esos pequeños detalles vuelven a tu mente. Hay acaba el cuento de princesas, cuando el príncipe se aleja y la princesa intenta reacer su vida.
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